jueves, 21 de abril de 2011

TEXTO DE MARX





Karl Marx, La ideología alemana, Introducción, apartado A, (1) historia


La división del trabajo sólo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo físico y el intelectual. Desde este instante, puede ya la conciencia imaginarse realmente que es algo más y algo distinto que la conciencia de la práctica existente, que representa realmente algo sin representar algo real; desde este instante, se halla la conciencia en condiciones de emanciparse del mundo y entregarse a la creación de la teoría “pura”, de la teología “pura”, la filosofía y la moral “puras”, etc. Pero, aun cuando esta teoría, esta teología, esta filosofía, esta moral, etc, se hallen en contradicción con las relaciones existentes, esto sólo podrá explicarse porque las relaciones sociales existentes se hallan, a su vez, en contradicción con la fuerza productiva existente.


- Identifica las ideas fundamentales del texto y expón la relación existente entre ellas.

En este fragmento está esbozado el núcleo conceptual del materialismo histórico de Marx. Es sabido que Marx invierte la dialéctica idealista de Hegel, y, en lugar de explicar los cambios sociales e históricos a partir de la evolución de la conciencia (con sus propias leyes necesarias), explica los cambios en la conciencia a partir del progreso dialéctico de las fuerzas productivas, es decir, de la base material de las sociedades. Cuando se produce la escisión entre trabajo físico y trabajo intelectual (quedando asignado cada uno a clases sociales diferentes), se crea la ilusión de que la conciencia y sus productos (la teología, la filosofía, la moral, etc) son autónomos; pero lo cierto es que la conciencia refleja siempre, o está siempre en última instancia condicionada por, la práctica real existente en la sociedad (es decir, las relaciones sociales de producción, a su vez dependientes del estadio de desarrollo de las fuerzas productivas disponibles). En los casos en que los productos de la conciencia (la supraestructura ideológica) contradigan las relaciones sociales vigentes (como ocurrió en la transición del feudalismo al capitalismo), la explicación hay que buscarla no en una presunta autonomía de aquéllos, sino en un conflicto previo entre las nuevas fuerzas productivas y las viejas relaciones de producción, que fuerza una transformación de estas últimas, para la que hay que construir una legitimación teórica (consistente en nuevas formas de conciencia). Así, por ejemplo, como los vínculos feudales de servidumbre entorpecen la expansión de las fuerzas productivas en manos de la nueva clase burguesa (que no goza de los privilegios de la aristocracia hereditaria, propietaria de los siervos), expansión que precisa de mano de obra, se impone abolir esos vínculos, y aparecen, para justificar tal abolición, ideas como la de la “libertad e igualdad formales de todos los hombres”, que deja a los individuos “libres” para que, constreñidos por la necesidad, puedan vender, cada uno por su cuenta, su fuerza de trabajo (como una mercancía más) a quien pueda comprarla, etc.

(Marx escribió: “El reconocimiento de los derechos del hombre por el Estado moderno tiene la misma significación que el reconocimiento de la esclavitud por el Estado de la antigüedad. La base del Estado de la antigüedad era la esclavitud; la base del Estado moderno es la sociedad civil y el individuo de la sociedad civil, es decir, el individuo independiente sin más vínculo con los demás individuos que el interés privado y la necesidad inconsciente, natural, el esclavo del trabajo asalariado, de las necesidades egoístas de sí mismo y los demás”).

Ampliación del comentario:

Las formas sociales de conciencia solo suelen entrar en contradicción con las relaciones sociales establecidas en los momentos de transición entre los distintos estadios del progreso de las fuerzas productivas; pero dentro de un mismo estadio la función de aquellas formas es sostener las relaciones sociales promovidas por la clase propietaria de los medios de producción y favorables a sus intereses materiales, proporcionando una justificación del dominio de la clase dominante o un consuelo o adoctrinamiento a las clases dominadas; en cualquier caso las formas sociales de conciencia reflejan las relaciones sociales (por ejemplo, la alienación religiosa, además de ser una especie de “opio para el pueblo”, refleja la alienación, insatisfacción o frustración de los individuos explotados, que han de proyectar en la fantasía las posibilidades y anhelos de la humanidad que bajo el capitalismo, o bajo cualquier otro orden social alienante, no pueden desarrollar). Podrían aportarse numerosos ejemplos más: aunque Aristóteles en su Política justifica la institución de la esclavitud mediante argumentos basados en la “naturaleza”, tales argumentos, presuntamente racionales “puros”, están indudablemente condicionados (más o menos conscientemente) por intereses de clase y por la existencia de un orden social convencional que la conciencia interioriza como “natural”; Marx nos habla también de cómo “los tories en Inglaterra creyeron durante mucho tiempo que se entusiasmaban por la realeza, la Iglesia y las bellezas de la concepción viejo-inglesa, hasta que la luz de la experiencia les arrancó la confesión de que solo luchaban por la renta terrestre”.

Así pues, la infraestructura económica condiciona la supraestructura jurídico – política e ideológica en última instancia, es decir, no la determina absoluta ni unívocamente, pues pueden darse diversas formas de conciencia que cumplan su función de sostén de la base material de la sociedad (contando así la conciencia con cierta autonomía, si bien muy limitada), e incluso puede ocurrir que las formas de conciencia influyan también sobre la base material, aunque el condicionamiento más fuerte funciona siempre en sentido inverso.

En las líneas anteriores al fragmento comentado Marx ha aclarado que la división del trabajo (que finalmente alcanza la configuración fundamental de escisión entre trabajo intelectual y trabajo físico) vino impuesta por la necesidad de maximizar la productividad de las fuerzas productivas disponibles ante el aumento demográfico, y en las líneas posteriores explicita que la división del trabajo lleva a una mayor desigualdad en la propiedad y a que los individuos más desfavorecidos (el proletariado) no puedan identificarse con ningún “interés común” del orden social al que pertenecen, puesto que tal orden, que hace interdependientes a todos sus miembros, les es impuesto y no elegido, y entonces el Estado, en tanto que garante de dicho orden, se les aparece como un poder hostil.

lunes, 18 de abril de 2011

PENSAMIENTO DE MARX




KARL MARX (1818 – 1883)

ESTRUCTURACIÓN DE LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE SU PENSAMIENTO EN LOS GRANDES PROBLEMAS FILOSÓFICOS



PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO


- El conocimiento (las formas sociales de conciencia, la supraestructura ideológica) está condicionado por las relaciones sociales de producción. Las ciencias naturales pueden escapar de este condicionamiento más fácilmente que las ciencias sociales o las humanidades.

- Componentes más destacados de la supraestructura ideológica: Religión, Filosofía, Derecho, Ciencia Política (o del Estado), Economía Política. Crítica de Marx a la forma que adopta cada uno de estos componentes en la sociedad capitalista.

- La supresión de la ideología (falsa conciencia) se logrará cuando se supere la alienación económica y ya no sea necesaria la falsificación de la realidad con vistas a proteger los intereses de la clase dominante o a proporcionar un falso consuelo (o una falsa justificación del orden establecido) a la clase explotada.


PROBLEMA DE LA REALIDAD


- Marx explica la evolución social y cultural de la humanidad mediante el materialismo histórico.

- Engels (Anti – Dühring) explica la naturaleza mediante el materialismo dialéctico: la dialéctica (proceso de cambio movido por la contradicción de opuestos y su síntesis) gobierna tanto la naturaleza como la historia. En el evolucionismo de Darwin encuentra Engels una confirmación de su materialismo dialéctico.

PROBLEMA DEL SER HUMANO

- La esencia humana se realiza en el trabajo, por el cual el ser humano transforma la naturaleza y se conoce a sí mismo.

- El ser humano concreto es el fruto de las condiciones sociales y materiales de su existencia activa (es el fruto, pues, de las relaciones sociales de producción, dependientes de la fase de desarrollo de las fuerzas productivas). Su esencia, por tanto, no está ya dada, sino que deviene históricamente.

- En las condiciones capitalistas de producción, el ser humano está alienado. Esta alienación tiene principalmente tres dimensiones:

a) Alienación de la actividad.
b) Alienación del objeto.
c) Alienación social.

- Solo en la sociedad comunista podrá haber una auténtica realización humana.


PROBLEMA DE LA SOCIEDAD (DE LA POLÍTICA)


- El progreso de las fuerzas de producción determina el cambio en las relaciones sociales de producción, y estas condicionan la supraestructura jurídico – política e ideológica.

- La lucha de clases es el motor de la historia: comunismo primitivo, sociedad esclavista, sociedad feudal, sociedad capitalista, sociedad comunista.

- Condiciones de la llegada inexorable de la sociedad comunista.

- La dictadura del proletariado como fase previa a la sociedad comunista.

- Rasgos de la sociedad comunista.


PROBLEMA DE LA RELIGIÓN (DE DIOS)


- Toda religión es una forma de alienación ideológica o de la conciencia, condicionada por la alienación económica (“La religión es el opio del pueblo”).

- Dios es creado por el hombre a su imagen y semejanza (Feuerbach).


PROBLEMA DE LA ÉTICA


- En la sociedad capitalista, la Ética, en tanto que parte de la Filosofía, es una pieza de la supraestructura ideológica. Por ejemplo, la ética protestante dirigida al proletario, basada en la lealtad al patrón y en la laboriosidad, ayudó al desarrollo del capitalismo.

- Solo una sociedad comunista alumbrará los verdaderos valores de una humanidad finalmente desalienada, emancipada.

- La filosofía marxista, orientada no tanto hacia la interpretación como hacia la acción revolucionaria, profesa ciertos valores éticos, anticipaciones de los de la nueva humanidad que será posible en una sociedad comunista: igualdad de todos los hombres, el trabajo (manual e intelectual) como realización humana, la justicia entendida bajo el lema “De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”.

sábado, 9 de abril de 2011

TEST DE NIETZSCHE (2)




Elige la mejor respuesta:

1.- En la valoración que hace Nietzsche de la cultura griega

a) su época más brillante es la clásica.
b) se destaca sobre todo el talento heleno para la armonía y el equilibrio.
c) Eurípides y Sócrates representan la decadencia.
d) el coro de la tragedia expresa la voz apolínea.

2.- Ulises encadenado simboliza para Nietzsche

a) la impotencia del esclavo no apto para la vida en la tierra.
b) el equilibrio sabio entre lo apolíneo y lo dionisiaco.
c) el fracaso de la cultura de Occidente.
d) el triunfo del cristianismo sobre los valores de la cultura trágica griega.

Completa los siguientes enunciados:

3.- Las consecuencias que tiene para Nietzsche el dualismo ontológico de Platón son…



4.- La voluntad de verdad de la ciencia descansa en la siguiente creencia metafísica:…




5.- La inversión de valores de la que nació la moral platónico – cristiana consistió en…



Define los siguientes conceptos:

6.- Nihilismo pasivo o reactivo:




7.- Superhombre:



8.- Intelectualismo moral socrático:



Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. En caso de ser falsas, explica el error.

9.- Nietzsche ve en David Strauss el portavoz sintomático del espíritu burgués alemán, que para Nietzsche supone un progreso de la cultura alemana.


10.- Nietzsche comparte la fe en el progreso de los naturalistas y materialistas, y cree con los románticos que el devenir persigue fines.

viernes, 8 de abril de 2011

TEST DE NIETZSCHE (1)




Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. En caso de ser falsas, explica el error.

1.- Nietzsche rechazó el cristianismo, pero aceptó las tesis más importantes de Platón.




2.- Nietzsche quería la anulación del impuso apolíneo por el impulso dionisiaco, del hombre racional y científico por el hombre intuitivo y artista.




3.- El mito del eterno retorno incita al tedio y al sentimiento de la inutilidad de la vida.



Define los siguientes conceptos:

4.- Nihilismo activo:





5.- Voluntad de poder:




Elige la mejor respuesta:

6.- Respecto al Estado prusiano, Nietzsche mantuvo una actitud

a) de apoyo a su nacionalismo romántico.
b) de apoyo a su esfuerzo predominante por promover el bienestar material de la gente.
c) de rechazo a su belicismo.
d) de rechazo a la instrumentalización política de la cultura y a las preferencias economicistas.

7.- A Schopenhauer, Nietzsche

a) lo siguió totalmente en su pensamiento.
b) le agradeció su espiritualidad budista.
c) lo alabó como el primer auténtico ateo alemán.
d) lo siguió en su doctrina de negación de la voluntad.

Completa los siguientes enunciados:

8.- Se llama a Nietzsche uno de los “maestros de la sospecha” porque…




9.- La crítica nietzscheana a la noción del yo consiste en…




10.- Un pensamiento es “verdadero” para Nietzsche cuando…

martes, 5 de abril de 2011

"LA GAYA CIENCIA", DE NIETZSCHE




FRIEDRICH NIETZSCHE (1844 – 1900)
LA GAYA CIENCIA (1882)
Libro V, 343 – 346

INTRODUCCIÓN E IDEAS PRINCIPALES

Esta obra pertenece al periodo “positivista” o “ilustrado” de Nietzsche, si bien el Libro V se añadió en la segunda edición, que apareció en 1887 (ya en el cuarto periodo del pensamiento de Nietzsche; pero recuerda la conexión que hay entre el segundo y el cuarto periodos, ambos dedicados a la crítica sistemática de la cultura occidental: de la metafísica, de la moral, de la religión). En el periodo “positivista” o “ilustrado” Nietzsche se toma una “cura de desintoxicación nerviosa” tras la exaltación dionisiaca de su periodo romántico (inspirado por Schopenhauer y Wagner), en el que Nietzsche ha querido sumergirse en la desmesura trágica de la vida, que no es divina, ni racional, ni compasiva ni justa, pero que provee también sus goces extáticos en el arte. Él mismo afirma que la sobriedad, el desapego, el rigor frío y distante del análisis científico y racional pueden ser un saludable contrapeso del frenesí de Dioniso: una cultura superior debe dar al hombre “algo así como dos cámaras cerebrales, una para percibir la ciencia, otra para captar lo que no es ciencia. Han de estar juntas, sin confusión, separables, e incluso con la posibilidad de cerrarlas. Esto es una exigencia de la salud. En un ámbito está la fuente de fuerza, en el otro el regulador: hay que calentar con ilusiones, acentos unilaterales, pasiones; y con ayuda de la ciencia que conoce hay que evitar las consecuencias malignas y peligrosas de un recalentamiento”. Además, en una época en la que ya no es el arte el foco de la atención y en la que toda la veneración se centra en la ciencia, conviene cambiar el estilo divulgativo para acercarse más a la sensibilidad de la audiencia. Por supuesto, Nietzsche no es ni positivista ni ilustrado: no cree que el método de la ciencia natural sirva para descubrir las entrañas de la vida, ni cree que por medio de la razón podamos alcanzar verdades “objetivas”. Por el contrario, sigue creyendo que la razón apolínea sólo nos da ficciones, metáforas, interpretaciones más o menos útiles, prácticas; pero tales ficciones son también necesarias, realizan su función, y a esta altura de los tiempos la humanidad puede aprender a relacionarse con ellas como tales ficciones meramente funcionales, después de siglos de culto de las artes (de lo no-verdadero) y contando ahora con la seguridad que proporcionan la técnica y el desarrollo de la administración. En el ejercicio del conocimiento, pese a todas sus insuficiencias, aprecia Nietzsche el poder de acceder a una lucidez que perfore las primeras capas de los fenómenos y desmonte los mitos culturales demasiado toscos, groseramente al servicio de instintos degradados o intereses demasiado crasos (lee el texto 2 de la p. 213 del libro de Edelvives); de hecho, la labor que ha de llevar a cabo el nihilismo activo (la demolición de los viejos valores decadentes y de las viejas falsedades metafísicas, proceso al que Nietzsche denomina “la muerte de Dios” y que comienza con la razón ilustrada, de la que también es hijo el positivismo decimonónico, y con Schopenhauer) ha de verse favorecida por ese ejercicio crítico: la sobrevaloración occidental de la verdad, con el extremo de cautela y rigurosidad reflexiva que impone, conduce finalmente a descubrir la mentira de las “verdades” de la cultura occidental (leer líneas 106 – 114). Por otra parte, la atención sostenida y desapasionada del auténtico espíritu científico (el que genuinamente despunta con Demócrito, por ejemplo, y se tuerce y falsifica con Sócrates) permite descubrir interpretaciones (otra cosa no alcanza la conciencia) plausibles, luminosas, inspiradoras, cuyo valor ha de medirse por su capacidad para sostener la voluntad de poder que no se evade de la vida tal como es, con todos sus componentes trágicos y monstruosos, sino que, nutrida por y a la vez nutriendo a esas interpretaciones o perspectivas vigorizantes (como la de la idea del eterno retorno), la afronta creativamente (lee el texto 6 de la p. 214 del libro de Edelvives); para Nietzsche un pensamiento era “verdadero” cuando, por su fondo y por su forma, contenía suficiente fuerza y viveza como para ayudarle a resistir vitalmente los terribles sufrimientos que crónicamente padecía y a renovar, incluso en esas condiciones extremas, su sí a la vida. Por eso hay una ciencia que puede ser alegre, jovial (como el saber poético de los trovadores provenzales medievales, bohemios y libres), a diferencia de los excesos de frialdad analítica de la ciencia moderna, entregada a una “verdad” abstracta ajena al calor de la vida: es aquella ciencia alegre, creadora y estimulante, que reconvierte el talante aprovechable de la ciencia positivista o ilustrada, la que busca Nietzsche y a la que dedica su vida y de la que su vida extrae su sentido: “¡No! ¡La vida no me ha desengañado! Por el contrario, de año en año la encuentro más verdadera, apetecible y misteriosa; la encuentro así desde aquel día en que vino sobre mí el gran liberador, a saber, el pensamiento de que la vida podría ser un experimento del que conoce, y no un deber ni un destino ni un engaño. Y el conocimiento mismo, aunque para otros sea una cosa diferente, (…), para mí es un camino de peligros y victorias, en el que también los sentimientos heroicos tienen su lugar de danza y recreo. “¡La vida un medio de conocimiento!”, llevando este principio en el corazón es posible vivir no sólo con valentía, sino también con alegría, e igualmente reír con alborozo”.

Los cuatro primeros libros de “La gaya ciencia”, que marcan la tónica a la que luego se agregará el Libro V, fueron escritos en una época gozosa de la vida de Nietzsche: su mala salud le da una tregua y le permite un cierto bienestar, viaja por el sur de Italia, se embelesa con la ópera Carmen, de Bizet, en la que ahora ve una expresión musical más vitalista que los dramas de Wagner, se enamora de Lou Andreas Salomé, tiene la iluminación de su idea del eterno retorno, “su pensamiento más profundo”, etc.

1. Al menos para algunos en Europa, los más críticos y agudos, la “muerte de Dios” ya proyecta sus sombras: ya comienzan a dudar del Dios cristiano, de los valores morales y de las verdades metafísicas de la tradición platónico –cristiana. Las consecuencias del derrumbamiento de esas creencias serán dramáticas, pero los pocos que ya lo presienten no muestran temor, porque los primeros efectos son gozosos para los espíritus libres: queda abierto el horizonte para la creación de nuevos valores. (Apartado 343).

2. Lo característico de la ciencia es que no admite prejuicios, premisas no demostradas, sino sólo hipótesis que habrán de ser experimentadas y rigurosamente contrastadas. Sin embargo, la ciencia descansa también en un axioma que no se demuestra, en una fe: que nada hay más importante que la verdad. Si la voluntad de verdad es la voluntad de no engañar(me), tiene sentido preguntarse por qué no engañar y por qué no dejarse engañar. Lo segundo parece peligroso, y quizá por eso se ha desarrollado la desconfianza sistemática en que consiste la ciencia. Pero en muchas ocasiones lo ventajoso en la vida puede ser dejarse engañar; ¿de dónde viene entonces la fe de la ciencia en el valor absoluto de la verdad? No, desde luego, de un cálculo de utilidad. ¿Y por qué no engañar, si la vida consiste muchas veces en el engaño? El afán de verdad podría entonces ser quijotesco, ser un afán de muerte.

El afán de verdad sólo se puede explicar por un imperativo moral, y entonces la pregunta se reformula así: ¿Por qué ser morales, si la vida, la realidad entera, es inmoral? El científico niega esta vida y afirma otro mundo: la fe en la ciencia descansa en una creencia metafísica.

Los antimetafísicos se basan también en la adoración de la verdad que profesa la tradición platónico – cristiana, pero para desvelar la mentira de esa tradición, que se hace evidente si se es efectivamente riguroso en el ejercicio de la razón.

(Apartado 344).

3. Los grandes problemas han de ser pensados apasionándose personalmente por ellos, y no con fría curiosidad, que no conseguirá esclarecerlos. Nadie ha pensado el problema de la moral de este modo. Al contrario, la moral no ha sido ni siquiera un problema, porque en ella se encontraban de acuerdo todos los pensadores. Nadie ha criticado el valor de la moral. Algunos ingleses han hecho historias de los sistemas éticos, pero partían de que lo propio de la moral era el altruismo y la compasión, y así lo confirmaban en los distintos pueblos, concluyendo a continuación que esa moral era absoluta. Quienes, por el contrario, han descubierto apreciaciones morales diferentes en los distintos pueblos, han concluido la relatividad de la moral. Pero ninguno ha puesto en duda el valor de la moral. (Recuerda la temática de la obra de Nietzsche La genealogía de la moral, del cuarto periodo; lee un resumen de ella en la p. 209 del libro de Edelvives, y el texto 4 de la p. 214 del mismo libro).

(Apartado 345).

4. Los espíritus libres son impíos, incrédulos e inmoralistas en una fase avanzada. Creen que este mundo no tiene nada de divino, ni de racional, ni de justo o compasivo, aunque durante muchos siglos se haya interpretado así, a la medida de los deseos y necesidades de los hombres. Pero la desconfianza humana ha llevado a una investigación que finalmente ha desmantelado tal interpretación falsa. Pese a todo, los espíritus libres no buscan ningún valor fuera de este mundo, como lo intentaron Buda y el cristianismo. El hombre negador del mundo provoca repugnancia a los espíritus libres. En el futuro los europeos, afectados cada vez más por la desconfianza causada por el contraste entre las veneraciones antiguas y el despreciable mundo real, pueden encontrarse ante la alternativa de suprimirse ellos mismos (nihilismo pasivo, reactivo, que niega esta vida, la única que hay) o suprimir las viejas veneraciones o valores (nihilismo activo, que prepara el terreno para la transvaloración de los valores que llevará a cabo el Superhombre, mediante la que se destaparán nuevos rostros de la existencia). (Lee el texto 1 de la p. 213 del libro de Edelvives).

(Apartado 346).

TEST SOBRE MARX (2)




Define los siguientes conceptos:

1.- Inversión materialista de la dialéctica hegeliana:




2.- Plusvalía:




Elige la mejor respuesta:

3.- El capitalismo, según Marx,

a) es un estadio necesario del desarrollo de las fuerzas productivas.
b) es resultado contingente de la codicia de algunos hombres.
c) nace por la aplicación de las teorías del liberalismo económico.
d) será sustituido por el comunismo sólo si los proletarios quieren sublevarse.



4.- El Estado es, para Marx,

a) el representante del interés general.
b) el portavoz expreso de las reivindicaciones de la burguesía.
c) el árbitro de los conflictos ideológicos.
d) el instrumento inconfeso de los intereses de la clase dominante.

Completa los siguientes enunciados:

5.- En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus……………………………………………. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta…………………………………………….. y a la que corresponden determinadas…………………………………………………….

6.- El comunismo aboga por la abolición de...


7.- El comunismo primitivo se caracterizaba por…






Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. En caso de ser falsas, explica el error.

8.- Marx estaba de acuerdo con Hegel en que el Estado era el regulador de la sociedad civil.



9.- El neoliberalismo rechaza la intervención del Estado en el mercado porque…



10.- Pierre Bordieu critica al neoliberalismo que…

sábado, 2 de abril de 2011

TEST SOBRE MARX




Define los siguientes conceptos:

1.- Materialismo histórico:




2.- Comunismo:




3.- Alienación del trabajador:




Elige la mejor respuesta:

4.- En vida de Marx la filosofía dominante en la Universidad de Berlín era

a) el Idealismo Trascendental.
b) el Hegelianismo.
c) el Positivismo.
d) la Izquierda hegeliana.

5.- Para el Idealismo Absoluto

a) la realidad es irracional y por tanto incognoscible.
b) es irracional la naturaleza, pero racional la historia.
c) el Espíritu Absoluto se aliena en la naturaleza y en la historia.
d) la historia depende de las decisiones contingentes de los hombres.

Completa los siguientes enunciados:

6.- Los principios centrales de la economía política inglesa que estudió Marx eran…




7.- Para Feuerbach, la religión es una forma de alienación de la conciencia porque…




8.- La diferencia entre el socialismo utópico y el socialismo científico reside en…





Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. En caso de ser falsas, explica el error.

9.- Para Marx, los Estados liberales otorgaron a todos los ciudadanos la igualdad ante la ley porque fueron herederos de la maduración de la conciencia moral humana debida a la Ilustración.





10.- El comunismo advendrá en aquellos países en los que el proletariado tome conciencia de su explotación y alienación y se subleve.